Jack Skellington Link Select

27.4.13

Vida sin riesgos no es vida

  Imaginate, tanto piensa las cosas que no las hace, invierte horas y horas del día pensando en lo que pasaría si dijera algo, y que le contestarían  quien la escucharía, que diría después...
   Ella camina, camina mirando al suelo pensando, en cuanto llegue quien es más probable que se encuentre, a quién saludaría, ¿la saludarán? Y qué pasaría si llega una de esas personas que tanto odia, que les debería decir, o tal ves conviene pasar de largo y no decir nada, en ese caso, ¿que dirían ellas? tal ves se vería frente a una discusión y debería darse vuelta, entonces decir algo, entonces conviene saludarlas, para no discutir, pero si las saluda tal ves creerían que quiere hablar y entonces la molestarían...
  Horas y horas desperdiciadas, pensando, y solo, para no tomar riesgos, para no tener discusiones o complicaciones y todo eso. Es cierto, de pequeña vio muchas discusiones  y se dijo que nunca discutiría para no terminar en violencia.
   Tanto tiempo se pasaba pensando en que harían los demás, que nunca lo hacía, y ella sabía perfectamente como reaccionarían debido a que se pasa observando a las personas mientras piensa.
   Ya que nunca acciona, pasa desapercibida por todas partes, y conoce muchos secretos, que nunca contó y puede que casi nadie sepa. 
  Está tan preocupada en planear su vida que se olvida de vivirla, y sufre, sufre mucho, no se da cuenta, que en realidad no puede controlar su vida, y lo que ella hace no es vivir.
   Si sigue así, no durará mucho, se los puedo asegurar...

La salud mental

 Una chica que escucha voces en su cabeza no está bien, una chica que piensa antes de contestarse a si misma no se está seguro en que estado se encuentra, pero si dice tener problemas, los tiene, pero no de el tipo que ella cree.
  Al sentir, admitir y revelar que tenemos problemas, hace que sea raro que los tengamos, una persona que no está sana, no se daría cuenta, y lo negaría a toda cosa, entonces, en el momento que se de cuenta de la verdad, se volvería tan loca que perdería completamente la razón.
  Cuando alguien, como el personaje presente en esta página, admite tener problemas mentales, dice que habla consigo misma y bla bla bla, es mentira, no tiene problemas mentales, si habla consigo misma, pero quien le responde es "consiente" por así decirlo, cuando uno esta loco, quien te contesta dentro de tu cabeza, lo hace independientemente y nosotros no tenemos ni idea de lo que nos podría decir.
  Los problemas de las personas de las que trato de describir, son de nada más ni nada menos que de soledad. La soledad es algo grave, y es difícil darse cuenta de cuan grave puede ser, si está presente toda la vida, Dios sabrá como sobreviviste, pero, no hay una edad especifica para decidir cuando te afecta más, porque eso depende de la persona, y si una persona, sin importar la edad, esta sola, y por mucho tiempo se empieza a sentir mal, hay gente que no aguanta más de una hora y después se agobia. Hay otras que soportan un día, y otros que se acostumbran. Pero dicen acostumbrarse, pero en realidad nunca lo hacen. Siempre hay una chispa dentro de ellos esperando una persona, y si esa persona tarda mucho en llegar, la chispa se apodera de él, volviéndolo loco.
[Archivo 2, Dra. Navarro]

6.4.13

¿No importa?

  Camina, la chica sigue caminando. Las nubes contaminadas oscurecen el celeste perfecto de el cielo.
  Ella está en el mismo lugar, entre todas las matas de la plaza destruida detrás de una escuela con un enorme patio, de tierra blanca y reseca con grietas. Mira el cielo. ¿Siempre fue así? ella sigue caminando, en dirección hacia el mar, ahí enfrente está la entrada, pero ¿sigue disfrutando estudiar?
   Entra al gimnasio con aire desdichado, mira con añoro a sus ex-compañeros en un grupo, charlando y riendo, pero ella tiene que seguir, siempre sigue, hace todo lo que le ordenan, pero ¿de verdad quiere eso?
   Guarda su mochila vieja y rota en los enormes buches. camina recto hacia la puerta de emergencia, cerrada por cadenas y se apoya en ella. Sus nuevos compañeros están ahí, hablando y se muestran cosas en sus celulares caros. No le importa ¿alguna ves le importo?
  Llega la profesora, todos los que no son de su curso deben retirarse, sus ex-compañeros despiden animadamente uno por uno, pero antes de llegar a la puerta de emergencia, donde se haya ella, giran y se van por la puerta que está abierta.
  >No pienses en eso, no llores, no importa, no es importante< Se dice, trata de engañarse a ella misma, siempre le importo, nadie lo cree, pero por más que odie a las personas no le gusta estar sola.
   Toman asistencia y se olvidan de su nombre. >No importa, solo eres muy callada y eso es bueno, no importa< Se sigue engañando a ella misma.
   La clase de educación física comienza, y ella es la única que trabaja y hace todo bien, pero todos la ignoran, nadie se da cuenta. >No importa, no me gusta llamar la atención<
   Y así vive ella, engañándose a si misma, y para tratar de evitar sentirse herida finge que no es importante, pero eso solo la lastima más, porque ni ella misma se cree.
   La chica decide irse y caminar, caminar la calma, la ayuda a despejarse. Ella camina en la playa y piensa, solo camina en silencio. La brisa fría del mar la azota en la cara y las frías gotas de las olas la salpican con indiferencia.
   En esos momentos quiere estar muerta, más que muerta, solo es una chica deprimida que todos ignoran con una vida triste que no vale la pena, si nada vale ¿porqué sigue aquí?
   Camina, pero esta ves no por la orilla, sino directo al mar, el frío extremo en sus pies mientras camina hace que ya no los pueda sentir, pero se sigue metiendo, caminando con la mirada perdida.
    El agua le llegaba asta las rodillas cuando por primera ves alguien la llama, se da vuelta y ve a alguien, alguien que ya conocía, un chico, un chico a quien le dijo que lo odiaba y que no lo quería ver nunca más, un chico a quien le partió el corazón y lo avergonzó luego de el declararle su amor.
   Habían pasado 9 meses en los que no se hablaron, la chica sale del agua y se dirige a el con un aire extraño, como de confundida, sin saber si estar feliz, enojada o triste.
  Charlan un poco tranquilamente por la orilla del agua, la chica no dice nada, solo camina y lleva su cara desdichada de siempre, el chico saca un cigarrillo y lo enciende, luego le ofrece y le dice que son de mentol, sabiendo que a la chica le gusta el mentol.
  Ella acepta dudosamente y agarra el cigarrillo encendido, se lo lleva a la boca y aspira llevando todo ese humo a sus pulmones, pero extrañamente su boca se lleno de frescura y su cuerpo de calor, y por primera ves sonrió.
   La chica camina, siempre camina y sigue caminado, pero ahora, cuando esta muy deprimida fuma, sabe que arruina su vida ¿valdrá la pena?