Jack Skellington Link Select

5.11.14

Trata

  El está encerrado. Ya no recuerda su nombre, ya no recuerda la razón, ya no tiene sentimientos, solo trabaja.
   Las apariencias engañan. Antes creyó encontrar una buena oportunidad, que tenía suerte, que aquella mujer era buena gente.
   Aceptó una propuesta de trabajo que resultó ser una trampa. No es un empleado, sino un esclavo. Las horas de trabajo eran interminables, le fueron privando de su libertad lentamente, que para cuando se dio cuenta ya era tarde.
   ¿Por qué? Esa pregunta se la hacía día y noche... ¿Por qué?
    Muchas veces soñaba con que nunca conoció esa mujer, nunca aceptó el trabajo, y al despertar choca con la realidad.  Se sentía estúpido, el arrepentimiento invadió su mente, llenándolo de tristeza el no poder deshacer su error.
   Si no trabajaba no le darían comida y sería castigado. No era el único encerrado en esa fábrica, veía lo que le pasaba a los demás. Tenía miedo.
   Se concentró en trabajar y hacer caso para no tener problemas. Dormía pocas horas, la comida no era buena y su cuerpo se deterioraba lentamente. Estaba sucio y cansado con las manos dañadas.
   Lo único que le permitían hacer es trabajar. Perdió too, di lo liberaban ya no recordaría como vivir la vida.
   Una especie de gripe se expandió entre los trabajadores, algunos murieron pero no se les permitía parar. Todos se vieron afectados, incluso él
    Notó como se llevaban a sus compañeros día a día sin saber por qué. Se convirtió en su único pensamiento, ¿qué les pasaba? Tal vez los mataban, o los llevaban al hospital, o incluso puede que los liberaran...
    Pronto su duda sería confirmada. Dos hombres lo interrumpieron mientras trabajaba y lo escoltaron hacia la puerta de acero que creía sellada.Al ser abierta lo cegó la luz del sol, que no tenía ni idea cuando fue la última vez que la vio. El aire frío azotó su cara y estremeció sus pulmones.
    No tuvo tiempo de observar su alrededor cuando una bolsa fue colocada en su cabeza ¿Era su fin? ¿Lo matarían? Ya no le importaba lo que le pase, tal vez sería algo bueno morir.
   Le hicieron caminar por un terreno irregular, y después subir a una camioneta. Su cuerpo estaba invadido por el terror de no saber que le pasaría. Tal vez lo vendían para trabajar en un lugar peor.Ya no deseaba saber el destino de los otros trabajadores.
   Lo lanzaron a otra cosa, fría y de metal. Escuchó un motor y el movimiento. Era un camión, y no estaba solo. E camión estaba lleno de personas.
   Deseaba con todo su alma que la gripe lo mate, no llegar a donde sea que los llevan. Pero esa enfermedad le hacia sentirse muerto sin estarlo.
   Luego de muchísimas horas, el motor se detuvo y la puerta se abrió. Mientras bajaba perdí toda esperanza. Lo dejaron de escoltar a medio camino y escuchó los pasos de gente corriendo, no entendía lo que pasaba, hasta que escuchó una sirena y una fuerte luz intermitente traspasó la bolsa en su cara.
   Habían gritos y disparos, no sabía que hacer y se tiró al suelo. Nunca estuvo tan asustado en su vida. De pronto alguien lo levantó y lo arrastró de donde estaba. -No te preocupes- decía -todo va a estar bien.- No podía saber con seguridad si estaba siendo rescatado hasta que alguien le destapó la cara y pudo observar a su alrededor. La pelea no terminó, pero él estaba del lado de la policía sin saber qué sentir. Lo estaban rescatando y no sabía qué sentir.
    El veía como los policías disparaban mientras otros trataban de sacar a los inocentes del medio. Vio entre los atacantes el rostro de aquella mujer, apuntando con el arma. Su cuerpo se invadió de miedo y empezó a correr. No volvería, no se arriesgaría a que lo atrapen. Y no lo lograrían, una bala perdida atravesó su corazón y su cuerpo se puso frío. Todo era tranquilo ahora. Respiró lentamente mientras caía al suelo. Una lágrima resbaló de su rostro y antes de morir sonrió. Era libre.